El Santuario del Libro
La Biblia hebrea es la piedra angular del pueblo judío. La práctica totalidad del genio creativo judío tiene su fundamento en el texto bíblico, que también ha dejado su impronta en el Cristianismo y el Islam.
La exposición en el Santuario del Libro, en el Museo de Israel en Jerusalén, representa un viaje a través del tiempo que permite trazar la evolución del Libro de los Libros mediante un enfoque académico-histórico. La galerías en la planta superior conducen al visitante a través de los manuscritos más antiguos, descubiertos en el desierto de Judea, hasta la historia de los miembros de la comunidad de Qumrán que quisieron encarnar en su modo de vida los ideales contenidos en esos textos. La galería inferior relata la extraordinaria historia del Códice de Alepo, el manuscrito más exacto del texto masorético y el más cercano al texto de las ediciones impresas de la Biblia hebrea que se utilizan hoy en día.
Generaciones de escribas y estudiosos consagraron sus vidas a lo largo de la historia a la copia de la Biblia hebrea, a la transmisión exacta de las tradiciones de lectura y cantilación y a la exégesis de su significado, haciendo cuanto estaba en sus manos para conservar el preciado texto y llegando en ocasiones a sacrificar sus vidas por él. Si bien los motivos de esta actitud de aprecio y respeto pueden ser diversos (la creencia en el origen divino del texto bíblico, la admiración por la profundidad de sus ideas o el reconocimiento de su importancia histórico cultural), una cosa resulta clara: mientras el ser humano continúe interrogándose sobre la esencia de su existencia y del mundo en que habita, la Biblia hebrea seguirá siendo fuente de inspiración para artistas y creadores, consuelo para el que sufre y esperanza para los hombres donde quiera que estén.
El Santuario del Libro se construyó para custodiar y exhibir los siete primeros manuscritos descubiertos en Qumrán en 1947. Este emblemático edificio, cuya simbología hace recordar a la de un templo antiguo para expresar así un profundo significado espiritual, está considerado un punto de referencia internacional de la arquitectura moderna. Diseñado por los arquitectos judíos americanos Armand P. Bartos y Frederic J. Kiesler, fue inaugurado en una destacada ceremonia el 20 de abril de 1965. Su ubicación en un mismo entorno junto con las instituciones oficiales del Estado de Israel — la Knesset (Parlamento), Ministerios gubernamentales, el Tribunal Superior de Justicia, la Biblioteca Nacional — da fe de la importancia nacional otorgada a estos escritos antiguos y al edificio que los preserva.
La cúpula blanca imita la forma de las tapas de las jarras donde se encontraron los primeros manuscritos; el fuerte contraste entre el blanco de la cúpula y el negro del muro de basalto que se alza frente a ella simboliza la tensión presente en los manuscritos entre el mundo espiritual de los “Hijos de la Luz”, tal y como los miembros de la secta se autodenominan, y sus enemigos, los “Hijos de las Tinieblas”. El corredor que conduce al interior del Santuario se asemeja a una cueva, recordando así el lugar donde fueron descubiertos los manuscritos.
El Santuario del Libro
Los arquitectos Armand P. Bartos (dcha) y Frederick J. Kiesler (izda).
Foto: David Harris